Con el nacimiento del alfabeto, el hombre comienza a escribir los primeros relatos de la historia. Los griegos crean los grandes escritos y ensalzan el libro copiado en el siglo V a. C., son los llamados papiros. El gobernador de Egipto, Ptolomeo consiguió reunir lo que se denominaba la “mayor biblioteca del mundo” que fue la de Alejandría. En el siglo III a. C. los romanos empiezan a imitar las obras griegas. Se hacen lecturas públicas y el tráfico de libros y escritos van aumentando. En la época de Julio César se recogían las acciones diarias de Aproximadamente en el siglo X, en La figura del copista fue un hecho determinante en la historia de la prensa. Con el descubrimiento de América, en 1492, se recuperó la impresión de libros en tablas de madera y resurgió el sistema de correos que ya habían creado los romanos. Este sistema no sólo fue utilizado para comunicar si no también para divulgaciones de carácter científico. En el Renacimiento ya se distinguen cuatro tipos de escritos: las crónicas, las narraciones históricas propagandísticas e institucionales, los almanaques y los awisi. Éste último de origen italiano que consistía en unos folios plegados donde constaban noticias relacionadas con el comercio, como el tráfico de mercancías, precios y sucesos. Se publicaba una vez por semana y su precio era de una gazzeta, nombre que hoy reconocemos como tipo de escrito. Llegó un momento en que los copistas no podían atender toda la demanda, pues cada vez más las gacetas circulaban por todos sitios. De esta manera nació la necesidad de encontrar sistemas de impresión. Fue Johann Gensfleich zum Gutenberg en 1456 quien trabajó el en invento de la imprenta, la cual no fue modificada hasta el siglo XVII. |
ROGELIO REYES ZAMACONA